Como cualquier otra búsqueda del tiempo perdido:
Soy abogado (UBA), así empezó todo. Pero gracias a los franceses puedo decir que soy un flâneur, que suena mejor que su traducción al español: «vagabundo existencial». Fueron surgiendo situaciones antagónicas a las que traté de adaptarme lo mejor posible. Por ejemplo, fui Director de Egerton Stud en los 90s, un emblemático haras de caballos de carrera (Newmarket, Suffolk, England), donde están enterrados los caballos de la Reina Victoria: «Persimon» y «Diamond Jubileé». Por otro lado fui Curador de Alvear Fashion & Arts (Buenos Aires, 2006) y a su vez de los “Piquetes sobre Alfombra Roja», que congregaron miles de artistas que nunca habían expuesto su obra «en la Avenida Luro de Laferrere en La Matanza». (Argentina 2006/7) . La historia de mi vida la escribió mucho mejor que yo: Leila Guerriero («Un Piquetero llamado Bullrich», La Nación, 26/12/09 ).
La performance: “Asamblea”, que organicé para que vecinos de La Recoleta fueran parte de un día en la vida de Raúl Castells en el espacio de Fiat (que me cedió Cristiano Ratazzi), para sentir el lado frágil de las relaciones humanas más allá de las meras ideologías fue una sorpresa. Marchamos todos por la 9 de Julio tras Castells. Había profesionales, empresarios y hasta millonarios que charlaban con la líder del movimiento: «la (hoy) Profesora Nina Pelozo» y la curadora Cristina Dompé, con ganas de conocerse y poner Argentina primero como en los mundiales. El periodista: «Fernando Castro Nevares» la llamó: «histórica», el 26/11/11, también en La Nación. “Alicia de Arteaga”, dijo sobre esos días de mi vida, que fueron “Un impensado puente cultural”, y muchas personas creen que soy artista gracias a ella. Pero es un título demasiado grande para un flâneur. En este blog me pregunto por cosas que se dijeron antes: «de saber otras cosas», que cambiaban todas las razones por las que se dijeron las primeras. Ya mi primer laburo a los 24 años fue impensado para mi: «Profesor de Historia de Estados Unidos» en New York (Washington Irving High School). Apliqué a un sponsorship internacional del NYC Board of Education y obtuve una licencia de Prof. de Estudios Sociales que me sirvió para que me dieran el greencard…..Fue mágico ser un inmigrante en USA donde viví varios años en los 90s. Volví a Argentina porque soy único nieto de cuatro abuelos pero extraño New York: «me costó muchísimo» readaptarme. Fui consultor en proyectos del PNUD y del Banco Mundial en Argentina, Venezuela y Uzbekistán. En mi casa de san Telmo se dio la obra de Teatro: «Tamara». No opongo resistencia a una vida que me llevó por caminos tan distintos. Cada cosa la viví como si yo fuera solo eso que estaba «siendo» en ese momento. Del futuro inmediato lo que mas me motiva es publicar una investigación que me llevó casi 15 años sobre la mujer a quien Borges le dedicó: «el núcleo de su ser», «el Hambre de su corazón» y «cualquier sapiencia que pudieran contener sus libros», y fue el personaje inolvidable de los diarios de Adolfo Bioy Casares para Edgardo Cozarinsky y la heroína secreta de Borges para Rodrigo Fresán. María Kodama me contó que a esa mujer Borges le decía: «Amazona», y en un video de este blog María cuenta que le dijo que había estado enamorado de ella. Alicia Jurado pensaba que fue a quien le dedicó las palabras de amor más sinceras. Martha Mercader: «donde «se juega entero en sus declaraciones amorosas». Creo que es la amiga de Borges que el mismo le contó a María Esther Vázquez que: «estaba viva» y que había inspirado a Teodelina Villar (El Zahir). Vázquez la relacionó lógicamente con el personaje de: «El Aleph», Beatriz Viterbo. Se llamaba Beatriz Bibiloni y Borges le dedicó: «Los Poemas Ingleses». Como si fuera poco en la UNAM la creyeron un invento de Borges: su propia Beatriz Portinari; no solo a Beatriz Viterbo sino a Beatriz Bibiloni también. Pero la segunda fue una mujer real que nació en 1902 y tuvo dos émbolos en el cerebro y un cáncer en el pecho que le cambiaron la vida en los años 40. Fue amiga de Borges y su familia desde la juventud, según el escritor le contó a Bioy Casares. Su lengua materna era Inglés por su madre: María Webster. El diario ABC de España ya publicó un avance de mi investigación el 16/1/2019 («La musa secreta de Borges»). Además hice una performance donde le mandaba una carta documento al Olimpo a Bioy por no haber aclarado en los diarios que había tenido un ACV cuando dijo que ella creía que la ventana de su casa de la Avenida Quintana daba al parque de su campo y tenía miedo de que la encerraran ¿en un manicomio?. María Kodama tuvo la gentileza de acompañarme. (Ver video). Esa mujer era mi abuela. En su juventud fue una de las más lindas y deportistas. Con muy mala salud desde los 40 años se murió a los 92 cuando yo tenia 30. Fue mi persona favorita. Las mas graciosa que conocí en mi vida. Solo se reía de si misma y de su enfermedad para que no nos diéramos cuenta.